2016-01-15

A la familia

Carta del Che a sus hijos.

Carta del Che a sus hijos
A mis hijos Queridos Hildita, Aleidita, 
Camilo, Celia y Ernesto: 
Si alguna vez tienen que leer esta carta, será porque yo no esté entre Uds. Casi no se acordarán de mi y los más chiquitos no recordarán nada. Su padre ha sido un hombre que actúa como piensa y, seguro, ha sido leal a sus convicciones. Crezcan como buenos revolucionarios. Estudien mucho para poder dominar la técnica que permite dominar la naturaleza. Acuérdense que la revolución es lo importante y que cada uno de nosotros, solo, no vale nada. Sobre todo, sean siempre capaces de sentir en lo más hondo cualquier injusticia cometida contra cualquiera en cualquier parte del mundo. Es la cualidad más linda de un revolucionario. Hasta siempre hijitos, espero verlos todavía.
Un beso grandote y un gran abrazo de Papá.

Carta del Che a sus padres 1 de abril de 1965 
Queridos viejos: 
Otra vez siento bajo mis talones el costillar de Rocinante, vuelvo al camino con mi adarga al brazo. Hace de esto casi diez años, les escribí otra carta de despedida. Según recuerdo, me lamentaba de no ser mejor soldado y mejor médico; lo segundo ya no me interesa, soldado no soy tan malo. Nada ha cambiado en esencia, salvo que soy mucho más consciente, mi marxismo está enraizado y depurado. Creo en la lucha armada como única solución para los pueblos que luchan por liberarse y soy consecuente con mis creencias. Muchos me dirán aventurero, y lo soy, sólo que de un tipo diferente y de los que ponen el pellejo para demostrar sus verdades. Puede ser que ésta sea la definitiva. No lo busco pero está dentro del cálculo lógico de probabilidades. Si es así, va un último abrazo. Los he querido mucho, sólo que no he sabido expresar mi cariño, soy extremadamente rígido en mis acciones y creo que a veces no me entendieron. No era fácil entenderme, por otra parte, créanme, solamente, hoy. Ahora, una voluntad que he pulido con delectación de artista, sostendrá unas piernas fláccidas y unos pulmones cansados. Lo haré. Acuérdense de vez en cuando de este pequeño condotieri del siglo XX. Un beso a Celia, a Roberto, Juan Martín y Patotín, a Beatriz, a todos.
Un gran abrazo de hijo pródigo y recalcitrante para ustedes.
Ernesto

Ernesto, Camilo, Aleidita y Celia, junto a sus padres

 

ErnCon su hija Celia en San Andrés

 

Hildita y Ernesto

 

Boda con Aleida, 2 de junio de 1959

 

La familia Guevara de la Serna en Mar del Plata

 

Llegada de sus padres a Cuba, 1959

 

Con Celia, su madre