2011-05-01

VIVA EL PRIMERO DE MAYO

La Pastera, museo del Che, de la Asociación Trabajadores del Estado (ATE) saluda a todos los trabajadores del mundo en este primero de mayo, solidaridándose con sus luchas y con todos sus mártires a lo largo de la historia, festejando sus triunfos y soñando un futuro de justicia y libertad.

A continuación el texto de esta editorial publicado en la tapa del periódico de la ATE, "El trabajador del Estado" del 1 de mayo de 1935."

Dígase lo que se quiera sobre la costumbre de dedicar un día del año a conmemorar un determinado acontecimiento, lo cierto es que es un hábito muy arraigado en el corazón humano. Solemos mirar con indiferencia, con desprecio y hasta con horror, aquellas conmemoraciones que responden a tendencias con las que no comulgamos; pero es innegable que desde que el mundo es mundo, ningún sector del pensamiento humano, ninguna capa social se ha librado de esta propensión.

Muchos la combaten como un atavismo religioso; no pretendemos entrar en tales vericuetos, no sólo por escapar a nuestra capacidad y cultura filosófica, sino por entender que aún siendo así, sería más que temerario el negar que esta tendencia humana tiene un profundo significado constructivo.

El almanaque aún haciendo exclusión de las de carácter religioso-militante, está pletórico de fechas conmemorativas de acontecimientos de índole diversa. Podemos estar en desacuerdo sobre la inlfuencia que algunos de esos acontecimientos han producido en el progreso humano; pero nadie con sentido común ha pensado jamás en excluirlos a todos: quien celebra de todo de corazón el estallido de la revolución francesa, quien el nacimiento de Marx; quien el de Loyola o el de Darwin: pero todos tenemos tendencia de celebrar las efemérides gratas a nuestro modo de pensar.

La clase trabajadora ha conseguido sintetizar en una fecha el contenido de toda una epopeya de sus luchas emnacipadoras; pero la diferencia de todas las demás fechas conmemorativas, ésta constituye un día de esperanza, de afirmación, no sólo de contemplación o veneración de acontecimientos pasados que contribuyeron a darnos personalidad y a mejorar nuestras condiciones de vida.

El 1 de mayo está nutrido de acontecimientos dramáticos que se renuevan sin cesar en el constante devenir de las luchas sociales, formando con todos ellos una guirnalda de recuerdos que van plasmando la historia del desenvolvimiento progresivo de la clase trabajadora; historia de acción que compendia el pasado, el presente y también el futuro, porque los elementos de que se nutre constituyen una fuerza cuyo origen se pierde en la leyenda, toma cuerpo real en la época moderna y redobla sus energías para remontarse al mañana, hacia el horizonte ideal de la humanidad felíz, redimida por el trabajo libre de las ligaduras que lo sujetan al interés privado, egoísta y regresivo.

La época actual se caracteriza por la inseguridad y la incertidumbre en el mañana. Nadie puede predecir los próximos acontecimientos. Europa, madre de la cultura de los países jóvenes de América, se encuentra al borde de la guerra, la que se vislumbra como una catástrofe tan espantosa, tan tétrica que la imaginación más fantástica se niega a determinar. El sistema económico y social que hoy gobierna al mundo se muestra impotente para prever y menos para contener su desenlace; es una fatalidad que nos arrastra vertiginosamente hacia el abismo.

Mientras tanto, en los laboratorios sociológicos de la burguesía, se estudian febrilmente nuevos métodos, nuevos sistemas, los que al ponerse en práctica revelan únicamente su ineficacia, porque nadie se atreve a plantear la situación de fondo, porque sólo se vislumbran y planean paliativos, buenos únicamente para dar vuelta del revés al mismo problema de siempre.Mientras tanto, la clase trabajadora al celebrar anualmente su 1 de mayo, hace balance de sus fuerzas y atisba sus posibilidades futuras; tiene conciencia de que el porvenir le pertenece y se prepara para afrontar dignamente su responsabilidad. Los acontecimientos que se desarrollan a su vista constituyen grandes enseñanzas; los fracasos del capitalismo van mostrando a los hombres el verdadero camino a seguir en el futuro. En cada nueva etapa iremos modificando nuestros proyectos, a la manera del estado mayor que modifica sus planes según las contingencias de la batalla. Esto explica el choque de tendencias que se produce en nuestro medio lo que no debe desanimarnos, sino todo lo contrario; esto demuestra que somos una fuerza viva con propósitos de vencer nuevos obstáculos por métodos distintos a los empleados ayer. Lo esencial es que nuestras doctrinas se elaboran en nuestro medio, libre y democráticamente, sin ingerencias extrañas al mismo.

Primero de Mayo, fecha inmortal, fecha de las más caras esperanzas de la clase trabajadora; hagamos de ella el firme propósito de unificar nuestras fuerzas dentro de la organización sindical, verdadero crisol donde se funden todas las tendencias ideológicas, y donde ha de surgir la haz de luz que ilumine a la humanidad por el camino de la solidaridad social. ¡Viva el Primero de Mayo! "